martes, 27 de abril de 2010

2 de Febrero de 2010

El de ayer fue un día durillo
Fui a la oficina (que no se si os comenté que es enana) y me presenté a becarios y jefes, llamé a una agente inmobiliaria que me recomendaron y quedé con ella después de comer.
Antes de comer revisé emails, me hice la cuenta de correo oficial (andreslopez@spanishchamber-ch.com) y estuve viendo pisos por la zona del trabajo, para saber con qué me iba a encontrar…nada barato como yo esperaba.
Fuimos a comer todos los becarios de la cámara y de la oficina comercial (están en otro edificio, no demasiado lejos del nuestro, ojo pasaros a modos “distancias en Pekín” porque en modo “distancias en Coruña” deben estar como La Torre de Hércules y mi casa) a un árabe que me dejó las encías calentitas para el resto del día, y eso que las cosas eran las “poco” picantes…Aquí descubrí una de las rarezas de los chinos, cuando pedí un vaso de agua, me la trajeron caliente, pero no caliente de “no he dejado correr el grifo”, caliente como para meter la bolsita de té y ver cómo explota la susodicha. Qué majos ellos, seguro que lo hacen con la mejor intención, para que no sufran las encías con el cambio de temperatura.
Después de comer (poco, mal y a rastras) fui a mi cita con la agente, empezaban las negociaciones: joder qué duros son los cabrones! Vi 10 pisos, carísimos todos. Con los que se me alegraba un poco la pestaña al oir el precio…había que verlos. Pues después de pasearme los alrededores de la oficina de la agente, me he decidido por uno, que la verdad es que está muy nuevecito, creo recordar que la mayoría de las cosas tenían el plástico aun, hoy volveré a verlo antes de decir que si definitivamente, porque tengo un cacao encima que vaya por dios. *entre piso y piso visitado, cuando tocaba ir por la agencia, se levantaba media agencia a saludarme y, cómo no, caía un café o un vaso de agua calentita, son todo devoción por la pasta (comunistas si, los coj#*@&) hubo un momento que estaban 4 agentes enseñándome uno de los pisos. Sentado en un sillón de la agencia, Stephen, otro agente muy majo, me comentaba que trabajaba 13 horas al día, 6 días a la semana…para que venga yo a quejarme, oiste!
Otra curiosidad, miestras estaba yo allí con los detalles del contrato, sacaron la oficina entera, y cuando digo entera es ENTERA, a la calle para limpiar todo. Dejaron mi sofá y mi mesa de milagro.
Pues lo de negociar, no fue nada fácil, mira que lo intenté, y la verdad es que conseguí bajar el precio….80 €, si, os parecerá poco, pero a ver qué conseguíais vosotros, con el idioma que utilizamos (porque si alguien llama a eso inglés, viene Shakespeare a clavarnos la pluma en la garganta).
Total que, si finalmente me quedo con ese, será un 25º con 2 habitaciones, creo que 2 baños (volvemos al cacao anterior) cocina y un salón bastante majo. Que por cierto me voy a dejar una pasta en él, así que ya podéis venir a visitarme, que os prometo que estaréis muy cómodos.
Pedí una fotocopia del contrato para que le echen un vistazo en la cámara ya que existe una cláusula que pone “ante cualquier duda, prevalece lo que está escrito en chino”, y no mola. Cambié un par de cosas, como cuando me devuelven la fianza (voy a tener que vivir febrero, marzo y abril con menos de la mitad del sueldo de marzo, así que de la réflex me voy a ir despidiendo por ahora). Hoy tengo que negociar que me pongan internet por la cara, y revisar los electrodomésticos que tiene la casa, y si tiene tabla de planchar y plancha, que si me lo ponen, mucho mejor.
En otro orden de cosas, la temperatura no es tan baja como creía que iba a ser, de día, porque en cuanto se pira Lorenzo a ser naciente en otro lugar, mecajinaaaaaaa, hasta los pekineses se cierran la cremallera del abrigo!
Sigo con mi jet lag particular, que no sabía lo que era, pero después de 2 días despertándome a las 5.30 de la mañana, voy haciéndome a la idea de lo que es.
Y el 13 empieza la semana del año nuevo chino o “fiesta de la primavera”, que cierra toda la semana la oficina, tengo que preguntar qué puedo o dejo de poder hacer yo, y plantearme un viajecillo (estando como está mi economía, quizá conozca a fondo Pekín)

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