jueves, 20 de mayo de 2010

Semana del 10 de Mayo

Buenas,
La semana pasada ha sido bastante interesante a la par que bastante larga. El domingo viajé hasta Hong Kong para reunirme allí con 2 empresas gallegas. Pero el Volcán este tan majo estaba haciendo de las suyas, y una de ellas no pudo volar.
Bajé del avión, me encontré con nuestro transfer al hotel y juntos esperamos a Ángel. Fuimos al hotel, dejamos todo, comimos y pese a que amenazaba una tormenta bastante curiosa, nos fuimos a hacer algo de turismo por la ciudad.
El tiempo nos respetó bastante y no llovió hasta justo después del espectáculo de luces. Nos volvimos al hotel y preguntamos donde cenar. No encontramos lo que nos dijeron y nos metimos en un vietnamita. Nos equivocamos como pardillos en los platos y bebidas que pedimos, peeeeero, es lo que tiene la inexperiencia.

Al día siguiente nos levantábamos tempranito, así que intentamos no acostarnos tarde.
El lunes vino a buscarnos Dany, el importador de productos de la empresa de Ángel, y nos llevó a su oficina, para que viese como estaba montado todo y discutir algunos problemillas que habían tenido con algún producto y más cosillas. Después fuimos a comer (un poco tarde) a un sitio que se comía muy bien, la verdad y después fuimos a ver la realidad del negocio, es decir, a los vendedores del producto. Comentaron cosas, vimos cómo eran las tiendas que ya vendían su marca y las de los competidores.

Más tarde fuimos a cenar y después de cenar, nos dimos un paseo por un mercadillo en el que Ángel demostró su poderío regateando (esto creo que no le hizo tanta gracia a Dany, jeje). Por la misma zona había una especie de orquestas (si me leen “Paris de Noia” o “Panorama” me crujen) en unos puestecillos pequeñitos y en los que podías pagarles lo que quisiese por que te destrozasen el oído…digo… escucharles plácidamente. A eso de la 1 am estábamos de vuelta en el hotel. Revisamos los correos en el hall del hotel (es una cosa curiosa, que cuanto más pijillo es el hotel más te quieren cobrar por Internet en tu habitación, estos en particular, 12€ el día).

El martes quedamos con Dany a las 8.30 y fuimos a ver su almacén. Muy curioso, el precio de los locales en Hong Kong es carísimo, y va bajando según la altura a la que te encuentres, así el almacén que usa Dany está en un 19º!!! En esa visita descubrí un par de cosillas que me resultaron útiles para otra empresa con la que estuve el viernes.

Después de los almacenes, fuimos hasta la isla de Hong Kong en Ferry, visitamos más tiendas que vendían su marca, y fueron concretando algún proyecto para el futuro. Cuando acabamos de hacer todo esto eran sobre las 6 de la tarde, hora punta, asi que no encontrábamos ningún taxi para volver a la oficina. A Ángel le resultó muy curioso que hubiese San Miguel, así que paramos a tomar una cervecita y reemprendimos camino.

En la oficina estuvieron discutiendo sobre la cantidad de producto que iba a comprar Dany y demás cosas. Yo no abrí la boca nada más que para comentar una idea que se me ocurrió que podía servirles a ambos y que les gustó bastante, así que bien.

Acabamos cerca de la 1 de la mañana, fuimos a cenar algo rapidillo y nos despedimos de Dany. Decidimos que el miércoles nos íbamos a levantar algo más tarde, ya que no teníamos reuniones. Así que sobre las 11 desayunamos y nos fuimos a ver tiendas de electrónica, ya que los precios parecían ser bastante interesantes…pero después de bastante mirar, no encontramos ninguna ganga increíble. Eso si, los precios de Apple, interesan. Después de esto, cada mochuelo a su puerta de embarque, yo hacia Beijing, Ángel hacia Seúl.

El jueves, aprovechando que Odile (mi jefa) no había quedado conmigo hasta las 10 de la mañana, me fui a un seminario sobre tributación de los expatriados que había a las 8. Finalmente Odile vino a la oficina por la tarde y también vino una chica de una empresa que al final me pidió el currículo para el año que viene (a ver si llega a buen puerto la cosa). Y por la noche cena con los empresarios que estaban en Beijing en uno de los sitios más glamurosos de Beijing, Lan Club, con una decoración espectacular.

El viernes tocaba acompañar a una empresa relacionada con la construcción (Xavi, lo intenté de todas las formas posibles, pero solo conseguí el contacto de un arquitecto que tiene un estudio aquí en Beijing), a una ciudad al este de Beijing, a 170 kms. Tardamos 3 horas en tren y allí estaba una chica esperándonos…ni que decir tiene que nos reconoció al momento. Nos llevó hasta donde estaba la macro empresa (tenían una gasolinera y un hotel además de la fábrica), comimos en el hotel y ya fueron conociéndose. Yo aproveché para meter un par de frases en chino, básicamente para recomendarles que fichasen a nuestra intérprete, ya que tenían bastantes clientes en Latinoamérica y esta chica hablaba muy bien.

Fuimos a ver las instalaciones y nos enseñaron todos los modelos que fabricaban, en la zona de “I+D” descubrimos algunos modelos que a Eva le sonaban bastante, cuando les comentó si eran los de tal o cual diseñador, simplemente se rieron…
Cuando fuimos a la zona de producción no nos dejaron sacar fotos. No me extraña, la planta no tenía luces, sino que los trabajadores tenían que aguantar con una mano la bombilla para ver lo que estaban haciendo, nadie llevaba mascarilla, hacía un calor escandaloso, y los residuos…sin control por la alcantarilla.

Nos volvimos hacia Beijing y descubrimos que el tren de ida había sido la gloria…para volver tardamos 4 horas y media…
Fuimos al hotel y cenamos con el resto de empresarios que habían venido. Con algunos también salimos un rato de noche.

El sábado fue un día de relax, los empresarios se marchaban y yo me dediqué a levantarme un poco más tarde y limpiar la casa, que el domingo llegaron las primeras visitas: Alex y Rocío, pero eso ya irá en la siguiente misiva.
Saludos

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