lunes, 3 de mayo de 2010

27 de marzo, Shanghai

Érase una vez Shanghai (“Encima del mar” según su traducción del putonghua, o “maldito pueblo de pescadores venido a más” según cualquier Beijinés al que se le mente que esta ciudad pegada al mar amarillo mola cantidubi).
Es un oasis en medio de China, bueno mejor dicho, al Este. No tiene nada que ver con Pekín, las calles mucho más estrechas, a varias alturas, sin carril bici (omnipresente y de tamaño considerable aquí al norte). Es una ciudad muy vertical, si vives en un 25º, eres un don nadie… Hay muchos más occidentales, las facciones de los chinos son más agradables al ojo occidental y es ligeramente (por no decir notablemente) más caro (no quiero saber lo mal que lo pasaré en Japón).
No tiene demasiadas cosas que ver, por lo que nos dejamos llevar un poco por el ambiente festivo de nuestros anfitriones y pospusimos el turismo para la tarde. Así pues el viernes según dejamos las maletas en el piso designado, nos fuimos de fiesta (llegamos a Shanghai a las 12 de la noche), a un sitio que se llama Mint, bastante curioso, pues tienen una peceras con tiburones dentro…ni un solo chino en ese garito que no estuviese trabajando.
Al día siguiente visitamos el parque de Yuyuán, que está rodeado por una zona hecha exclusivamente para turistas, los edificios son muy nuevos, con estilo chino antiguo, pero los bajos son tiendas:

Una vez dentro del parque Yuyuan, un poco más de lo que suele haber en estos parques, lo curioso es que en lugar de ser un parque tamaño Pekín, era un parque pequeñito, metido en medio de todo el bullicio y en el que no se oía un ruido!
Lucía y Arantza(becaria Igape)


Todos los puentes estaban igual que este, en zigzag:

Otra cosa que me llamó la atención fue el grado de trabajo que tienen ciertos detalles en los tejados:

Tampoco podía faltar un estanque, y por cierto bien lleno de carpas, que me recordaban al Barral 25:

Como podréis ver en la siguiente, los cierres superiores de los muros son bastante más elaborados que poner cristales rotos…además de algo más civilizado.

Al salir del parque nos introdujimos en una zona muuuuy muy china, repleta de puestos de comida para todos los gustos:





Gente paseando en pijama (cosa que quieren prohibir durante la Expo):

DE ahí fuimos hasta el rio, queríamos caminar por el paseo para poder ver bien la zona de los rascacielos, pero están arreglándolo todo, asi que estaba cerrado, esta es la mejor vista panorámica que pude conseguir, Silvia, Javi y David. Esa zona del paseo se llama el Bund, que es por ejemplo donde se fundó el HSBC, uno de los bancos más grandes del mundo.
Esta es la calle comercial más larga del mundo, por la que paseamos para coger el metro para llegar a los rascacielos, que vosotros diréis, pero si estaban al lado…no, neniños no, estos rascacielos miden cerca de medio kilómetro, y lo que parece que está al lado, es un paseo bastante majo…

Aquí tenéis a las chicas de la expedición con “la Perla”, un edificio que parece ser que los shanghaineses odiaban bastante y que ahora es lo más representativo de la ciudad, junto con el “abrebotellas”:

“Abrebotellas” más Jiamao tower más luna:

Subimos al piso 87 de la torre Jiaomao, para poder fotografiar el “abrechapas” pero curiosamente coincidió con “la hora de descanso al planeta” asi que apagaron las luces y no hay ninguna foto decente, aunque si hice alguna de las vistas:


Al día siguiente también fuimos de turisteo por la tarde, pero no tengo fotos, ya que la cámara se la llevó lucí a su casa y se olvidaron de bajarla…
Ya dejo de dar la chapa.
Besos y abrazos

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