sábado, 11 de diciembre de 2010

11 de Diciembre, despidiendo la beca

Hace tiempo que no os cuento nada, en general, de mi vida por aquí. Leyendo a Vargas Llosa me he dado cuenta del comportamiento egoísta que lo ha provocado, pues me he dedicado a exprimir los días que me quedan por estas latitudes, sin compartirlo con vosotros, quienes también formáis, desde mi punto de vista, parte de esta experiencia.

No os he contado cómo ha sido la boda en Shanghai, y esa creo que se merece un apartado especial, por lo que me obligaré a mi mismo a escribir sobre ello, pero no ahora.

Estos últimos días han sido de despedidas continuas. Es mucha la gente que se va a casa, y algunos para no volver. Y aquí nacen muchos sentimientos enfrentados. De lo primero que he recordado ha sido el sentimiento que una vez contó Carliños, esa necesidad de ir acabando los botes de champú, gel, pasta de dientes… pero yo no he sido buen calculador y después de aprovisionarme de semejante manera en hoteles, me van a sobrar una barbaridad… En cambio he atinado más con los embutidos y demás souvenirs que habéis ido trayendo y que tanto os agradezco. Esto no se si significa que no sé cuanto necesito para mi aseo y si para mi alimentación o simplemente que como como un cerdo y sería capaz de acabar con las provisiones para dos años en un mes…
La báscula está empeñada en decirme que es más bien lo segundo…ayer, con la coñita habitual de acercamiento a un aeropuerto, he vuelto a subirme a una…he vuelto a marcar record…pero es que llevaba el abrigo, y la corbata pesa y los zapatos y el móvil, cartera, llaves…. Que si, que cada vez me parezco más a Papa Noel (solo me falta teñir la barba)…

Ayer fui al aeropuerto a despedir a Lucía y Javi. Además le he empaquetado a Lucía una de mis maletas, porque los majetes de Lufthansa me cobran 30€ por kilo que sobre pase los 20 establecidos. British(con quienes volaban ellos) te cobra unos 45 por una maleta. La que se lleva Lucía pesa 23, así a ojo, me he ahorrado una pasta…aunque tengo que ver como hacer llegar esa maleta de Madrid a Coruña…malo será!

Volviendo a los sentimientos, ayer comentábamos las ganas que teníamos de volver por casa, que son muchas, pero no todos estamos en la misma situación. Los hay que al tener el futuro “resuelto” ya tienen ganas de empezar esa nueva etapa, siempre haciendo un descansito de tanto chino, que a veces saturan, otra vez en China o en otro destino (un descanso más agradecido si cabe). Los hay que pese a no tener el futuro “resuelto” tienen muy claro que a este país no vuelven, porque “no es lo suyo”. Yo creo que me encuentro en el peor caso de todos: no tengo el futuro resuelto ni en este ni en ningún otro destino y tampoco tengo claro si “esto es lo mío”. Sí creo haber encontrado aquí un lugar y haber hecho una pandilla, además del equipo de rugby, que se esmeran en que sus miembros se sientan uno más del grupo y tienen una cantidad de eventos para integrar a los que llegan, hoy por ejemplo, la cena de final de temporada.


Después de la boda en Shanghai, el siguiente fin de semana (26 noviembre) vino Henry desde Hong Kong a despedirse de la ciudad y sus habitantes.


Jose, Lucía, Javi, Henry y yo, en el Teppanyaki Tariyo, quizá el restaurante que más echaré de menos…

El siguiente finde, famoso por sus controladores y demás especies odiadas en España y alrededores, celebró Lucía su cumpleaños con una fiesta con temática de los años 80 en mi casa. Yo quise aportar algo más que la casa, así que hice unas tortillas de patata y…me engalané…creo que nos quedaron bastante logrados los disfraces, es más, vuelvo así a Coruña y alguno me copia el estilo… yo que fui comprando lo más feo que encontraba (y al volver a casa me entero que la chaqueta que llevo yo, la tiene un compañero ICEX…)

A Lucía le regalamos una sesión de fotos de las que le encantan a los chinos, disfrazados con trajes antiguos en palacetes y mirando al infinito… muy chino muy chino. La idea vino del que se hizo Jara cuando estuvo aquí…

Y este fin de semana, ayer tuvimos el cumpleaños de Gonzalo, un ICEX 2011 y hoy tengo la cena del equipo, que gracias a Dios, no piden ningún disfraz especial, que no me apetece ir a pegarme otra vez al Yashow…

Y ahora qué…pues ahora a velas vir, acabando los trabajos pendientes en la oficina, intentando deshacerme de las cosas que se han ido acumulando en mi casa, buscando trabajo para el año que viene y calculando qué puedo comprar y qué no, para no pasarme el domingo en facturación, que voy a ir muy justico.

Ale a disfrutar la última semana que no os daré la brasa desde tierras españolas, que yo intentaré sacarle el jugo a Beijing.

Besos y abrazos

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