sábado, 22 de mayo de 2010

1ª visita, Alex y Rocío, 16 de Mayo


Como si de Telecinco o la Cadena Ser se tratase, esta "redacción" cambia de "locutor": el relato de esta semana corre a cargo de Alex y Rocío, pero no se debe a cláusulas de contrato ni enfrentamientos con ejecutivos, sino que seguro que le dan un toque diferente al mio y posiblemente más entretenido o atrayente.
Saludos y que pase el siguiente!

Buenas a todos!

Es un placer para nosotros, Alex y Rocío, poder escribir esta semana el reporte que nos suele enviar Andrés.

Llegamos el Domingo a Pekín y nuestra primera impresión se puede decir que fue “extraña”. Salimos del avión, y todos cuantos nos rodeaban eran chinos…
Después de que Andrés nos recogiera, bajamos a su casa. Como ya habréis visto en otros reportes, su casa es preciosa, pero tiene unos colchones con un encanto especial que seguro no olvidareis en cuanto paséis una noche en ellos.
Ese mismo día nuestro guía particular, Andrés, nos llevó a hacer turisteo: el parque Houhai, el templo de Confucio, y la Torre de los tambores y de la campana. Comprendimos porque los chinos sacan fotos a todo en cuanto llegan a España, porque nosotros hicimos lo mismo. Todo es diferente, colorido y enorme… Fuimos a comer a un restaurante chino, y es cierto por 7 euros los tres, comimos hasta reventar: increíble!!! No hay mucho que contar de la tarde porque nos dedicamos a estar tirados en el “maravilloso y con poderes somníferos” sofá de su casa. Y cuando nos dimos cuenta, era la hora de cenar: pato pekinés!! Diferente y delicioso.

El lunes ya con nuestros expertos conocimientos chinos (ninguno, excepto la información que nos había dado Andrés, de gran utilidad por cierto), nos lanzamos a la aventura. Y nunca mejor dicho porque no usamos ni metro ni taxi, a patita! Allí nos encaminamos a Beihai, un parque impresionante con una entrada de la serenidad que nos dejó bastante atontados, luego templo de los lamas y por la tarde otro parque y primer mercadillo: viva Henry y los relojes, unas auténticas gangas!!Todo de película, el hombre te lleva a una habitación de hotel y te enseña todo su material, viva el contrabando!! Dado nuestro cansancio, fuimos a tomar una cerveza a un sitio súper chic, donde disponíamos de tres camareros por mesa, como los grandes ricos.

El martes tocó la Ciudad Prohibida y la Plaza de Tianamen, que como dice la guía es visita obligatoria. Es impresionante los edificios con sus tejaditos todos coloridos y sobre todo el culto que los chinos le tienen a Mao.: lo adoran. Es bonito, pero llega un momento que estás cansado de tantos edificios iguales. LA tarde fue una de nuestras favoritas. Salimos hacia el Templo del cielo que es un parque donde hay chinos cantando, haciendo artes marciales, jugando a las cartas y a juegos chinos… y tiene el famoso templo. El problema es que aunque podríamos disfrutarlo más, nos cayó un buen chaparrón. A las 6 recogimos a Andrés y nos llevó a un teatro a ver un espectáculo de acrobacias: cómo se doblan los chinos, impresionante!! La siguiente parada fue el Hutong Nanluoguxian, que es muy turístico y de noche es digno de ver y a cenar a un coreano, una copita y para casa a descansar.

El miércoles el cielo estaba azul por todo lo que había llovido ( es curioso pero aquí, debido a la contaminación, es gris), la temperatura unos 30 grados y nosotros al Palacio de Verano. Le dedicamos todo el día y aún parece que nos quedaron cosas por ver. Y cenita en el japonés , en el cual nos tuvimos que descalzar y aunque tuvo su encanto, no fue un buen momento, llevábamos todo el día andando… (solo mencionamos las cenas porque las comidas fueron todas en chinos, y unas bien y otras no tanto debido a nuestro idioma, pero aún así fue GENIAL)

El jueves tocó otra visita obligatoria: las famosas murallas, porque estar en Pekín y no verlas, tiene delito. Otro día de mucho calor y solo podemos recordar: escaleras y unas vistas increíbles. Aun no sabemos como tantas pudimos subir. De ahí a las tumbas Ming, que fueron una gran decepción. Llegaríamos a Pekín a las 5.30 y fuimos a relajarnos a un masaje de 120 minutos por solo 7 euros, INCREIBLE!! La cena en un Tepanyaki, el restaurante en donde tienes un cocinero por mesa enfrente de ti con su plancha donde te prepara tu comida, y como siempre, todo baratísimo. Luego salimos a conocer el ambiente nocturno a un par de locales bastante diferentes entre si, pero similares a los occidentales.

Y llegó la despedida, hoy. Tocó un día de compras para llevar regalitos, pero que acabó siendo igual de cansado que los anteriores porque regatear y tener a chinos detrás de ti es agotador. La última visita turística fue en la Villa Olímpica : el cubo y el nido. Cenita al lado de casa, unas pizas (dónde están los palillos?) y a dormir, para mañana poder coger el avión sin prisas.

jueves, 20 de mayo de 2010

Semana del 10 de Mayo

Buenas,
La semana pasada ha sido bastante interesante a la par que bastante larga. El domingo viajé hasta Hong Kong para reunirme allí con 2 empresas gallegas. Pero el Volcán este tan majo estaba haciendo de las suyas, y una de ellas no pudo volar.
Bajé del avión, me encontré con nuestro transfer al hotel y juntos esperamos a Ángel. Fuimos al hotel, dejamos todo, comimos y pese a que amenazaba una tormenta bastante curiosa, nos fuimos a hacer algo de turismo por la ciudad.
El tiempo nos respetó bastante y no llovió hasta justo después del espectáculo de luces. Nos volvimos al hotel y preguntamos donde cenar. No encontramos lo que nos dijeron y nos metimos en un vietnamita. Nos equivocamos como pardillos en los platos y bebidas que pedimos, peeeeero, es lo que tiene la inexperiencia.

Al día siguiente nos levantábamos tempranito, así que intentamos no acostarnos tarde.
El lunes vino a buscarnos Dany, el importador de productos de la empresa de Ángel, y nos llevó a su oficina, para que viese como estaba montado todo y discutir algunos problemillas que habían tenido con algún producto y más cosillas. Después fuimos a comer (un poco tarde) a un sitio que se comía muy bien, la verdad y después fuimos a ver la realidad del negocio, es decir, a los vendedores del producto. Comentaron cosas, vimos cómo eran las tiendas que ya vendían su marca y las de los competidores.

Más tarde fuimos a cenar y después de cenar, nos dimos un paseo por un mercadillo en el que Ángel demostró su poderío regateando (esto creo que no le hizo tanta gracia a Dany, jeje). Por la misma zona había una especie de orquestas (si me leen “Paris de Noia” o “Panorama” me crujen) en unos puestecillos pequeñitos y en los que podías pagarles lo que quisiese por que te destrozasen el oído…digo… escucharles plácidamente. A eso de la 1 am estábamos de vuelta en el hotel. Revisamos los correos en el hall del hotel (es una cosa curiosa, que cuanto más pijillo es el hotel más te quieren cobrar por Internet en tu habitación, estos en particular, 12€ el día).

El martes quedamos con Dany a las 8.30 y fuimos a ver su almacén. Muy curioso, el precio de los locales en Hong Kong es carísimo, y va bajando según la altura a la que te encuentres, así el almacén que usa Dany está en un 19º!!! En esa visita descubrí un par de cosillas que me resultaron útiles para otra empresa con la que estuve el viernes.

Después de los almacenes, fuimos hasta la isla de Hong Kong en Ferry, visitamos más tiendas que vendían su marca, y fueron concretando algún proyecto para el futuro. Cuando acabamos de hacer todo esto eran sobre las 6 de la tarde, hora punta, asi que no encontrábamos ningún taxi para volver a la oficina. A Ángel le resultó muy curioso que hubiese San Miguel, así que paramos a tomar una cervecita y reemprendimos camino.

En la oficina estuvieron discutiendo sobre la cantidad de producto que iba a comprar Dany y demás cosas. Yo no abrí la boca nada más que para comentar una idea que se me ocurrió que podía servirles a ambos y que les gustó bastante, así que bien.

Acabamos cerca de la 1 de la mañana, fuimos a cenar algo rapidillo y nos despedimos de Dany. Decidimos que el miércoles nos íbamos a levantar algo más tarde, ya que no teníamos reuniones. Así que sobre las 11 desayunamos y nos fuimos a ver tiendas de electrónica, ya que los precios parecían ser bastante interesantes…pero después de bastante mirar, no encontramos ninguna ganga increíble. Eso si, los precios de Apple, interesan. Después de esto, cada mochuelo a su puerta de embarque, yo hacia Beijing, Ángel hacia Seúl.

El jueves, aprovechando que Odile (mi jefa) no había quedado conmigo hasta las 10 de la mañana, me fui a un seminario sobre tributación de los expatriados que había a las 8. Finalmente Odile vino a la oficina por la tarde y también vino una chica de una empresa que al final me pidió el currículo para el año que viene (a ver si llega a buen puerto la cosa). Y por la noche cena con los empresarios que estaban en Beijing en uno de los sitios más glamurosos de Beijing, Lan Club, con una decoración espectacular.

El viernes tocaba acompañar a una empresa relacionada con la construcción (Xavi, lo intenté de todas las formas posibles, pero solo conseguí el contacto de un arquitecto que tiene un estudio aquí en Beijing), a una ciudad al este de Beijing, a 170 kms. Tardamos 3 horas en tren y allí estaba una chica esperándonos…ni que decir tiene que nos reconoció al momento. Nos llevó hasta donde estaba la macro empresa (tenían una gasolinera y un hotel además de la fábrica), comimos en el hotel y ya fueron conociéndose. Yo aproveché para meter un par de frases en chino, básicamente para recomendarles que fichasen a nuestra intérprete, ya que tenían bastantes clientes en Latinoamérica y esta chica hablaba muy bien.

Fuimos a ver las instalaciones y nos enseñaron todos los modelos que fabricaban, en la zona de “I+D” descubrimos algunos modelos que a Eva le sonaban bastante, cuando les comentó si eran los de tal o cual diseñador, simplemente se rieron…
Cuando fuimos a la zona de producción no nos dejaron sacar fotos. No me extraña, la planta no tenía luces, sino que los trabajadores tenían que aguantar con una mano la bombilla para ver lo que estaban haciendo, nadie llevaba mascarilla, hacía un calor escandaloso, y los residuos…sin control por la alcantarilla.

Nos volvimos hacia Beijing y descubrimos que el tren de ida había sido la gloria…para volver tardamos 4 horas y media…
Fuimos al hotel y cenamos con el resto de empresarios que habían venido. Con algunos también salimos un rato de noche.

El sábado fue un día de relax, los empresarios se marchaban y yo me dediqué a levantarme un poco más tarde y limpiar la casa, que el domingo llegaron las primeras visitas: Alex y Rocío, pero eso ya irá en la siguiente misiva.
Saludos

domingo, 9 de mayo de 2010

9 de mayo, Hong Kong

Retransmitiendo en directo desde el aeropuerto de Hong Kong, donde espero a 1 de las empresas, ya que la otra se ha quedado en tierra por la nube volcanica, asi el trabajo que hice en abril para está empresa no ha servido para nada... Esperemos que pueda volar y acudir a las reuniones aunaue sea en otro momento.

En mi maleta: 4 camisas, 4 corbatas, 4 de ropa interior y 1 banhador, por si cuela, jeje

sábado, 8 de mayo de 2010

7 de mayo de 2010

Aprovechando el salto de censura actualizo el cuaderno de bitácora.
Este domingo me marcho por trabajo a Hong Kong...si, hace un mes clavado que estuve alli y ya vuelvo...ni que me hubiese gustado tanto...y si hermano y prima ejercen suficiente presión, el euro vuelve a subir y el yuan afloja un poco (hay un eclipse de sol y la última gota del rocío cae en el té mañanero de Hu Jintao...y venga y dale y toma y sigue) estaré en Hong Kong otra vez en Junio...

Volviendo a la realidad, esta vez es por trabajo...acompañando a dos empresas gallegas, una de ellas bastante grande. Estaré hasta el miércoles 12, día que llega el resto de empresarios gallegos a Pekín, y yo me reuniré con ellos el Jueves 13.

Estos días(9 a 12) no existirá censura, asi que aprovechad y mandadme todos los "youtubes" y demases que os parezcan graciosos, que si tengo oportunidad, les echaré un vistazo sin estar contando minutos y segundos hasta el corte.

Por otra parte hoy Javi (por fín) me ha pasado las fotos de la semana en que llegué a Pekí e hicimos turisteo. Qué tiempo tan diferente, rondábamos los -5º (que con el viento del norte se convertía en una sensación térmica de "madremia porqué habré salido hoy de casa", así a ojo) y hoy no bajamos de los 30º.
De todas formas os muestro las 2 fotos clave:
He estado en la Gran Muralla


He comido Escorpión


La misión acaba el sábado 15, y el domingo 16 tengo la primera visita, alex y Rocío, bieeeeeeeeeeeeeen!!
van a ser los conejillos de indias con mi planing, pero...espero que todo esté a su gusto y además tendrán la gran ventaja de estrenar "Chez Andrés".

Esta semana no sé cuanto podré atender a esto ni al mail, porque como he dicho es de trabajo, pero espero tener algún respiro.
Bicos y abrazos

lunes, 3 de mayo de 2010

1 de Mayo, ruta en bici a Bai he Bao

Este fue un fin de semana de esos que tu cuerpo recuerda casi más que tu cabeza…
Salimos el sábado a las 7 de la mañana, Lucía, Diego (ICEX), Nancy (compañera de piso de Diego, china), Henry (novio de Nancy, francés) y yo.
Nos esperaba una furgoneta para salir de Pekín (unos 60 Kms) y nos dimos cuenta de la cantidad de chinos que habían tenido la misma idea que nosotros de escapar de la capital el fin de semana…qué exageración de coches…mi madriña.
Total que hasta las 10.30 no nos subimos a las bicis, una vez llegamos a las tumbas Ming. Así que con un par de horas de retraso y con unos 30 grados y bajo un sol de justicia me di cuenta de que no todos habíamos tenido la misma concepción de este viaje, o que desde luego no nos preparamos lo mismo para ello. Sinceramente todos infravaloramos la altura de las montañas a las que nos íbamos a enfrentar, pero algunos nos preparamos unos días antes en el gimnasio, y escogimos unas bicicletas adecuadas.
Yo llevé la bici de Jose, un compañero que le puso alforjas a la suya, y que se iba a Yunan este fin de semana, y la mía se la dejé a Lucía. Diego pidió prestadas una bici y unas alforjas. Nancy y Henry aparecieron con un par de bicicletas de paseo, y sin alforjas.
Empecé de coche escoba, un poco para ver qué ritmo llevaban mis compañeros (las bicis no me parecían muy adecuadas) y también para ir de coche escoba por si alguien tenía algún problema, y no tardó en llegar el primero…
A los 10 minutos de camino, empezaron las cuestas y a Nancy se le acabaron las fuerzas:


La bici blanca es la mía, la mujer de blanco es Nancy, recuperando folgos. Aprovechando, saqué alguna foto, pero la verdad no hubo muchas cosas interesantes, el paisaje era muy seco,


me recordaba bastante a Zamora, aunque a veces era similar(SALVANDO MUCHO LAS DISTANCIAS) al valle del Jerte con sus cerezos.


Esta iba a ser la tónica del día, una paradita cada 20 minutillos, después de ir a un ritmo bastante bajo/andando. Viendo lo que se me venía encima, decidí que a esas velocidades poca cosa le podía pasar a nadie, asi que tomé la delantera y de vez en cuando paraba a esperarles, tenía la firme intención de no hacer ni un metro a pié, para eso fui a clases de “Spinning”!

Estuvimos un buen rato subiendo y nos llevó lo nuestro hacer unos kilometrillos de nada. Así que cuando alcanzamos la cima, nos lo tomamos con calma:
El descanso del Guerrero…











Justo en la cima había unas señoras vendiendo frutos secos y además unos kakis congelados que nos sentaron de perlas! Era lo que necesitábamos para bajar con más energías! Y quizá fueron demasiadas pues aquí se demostró que las bicis de paseo no eran útiles ni para subir ni para bajar, pues a Nancy le fallaron los frenos y en una curva se fue de frente al coche que subía. Aquí entra en juego la suerte que dicen los chinos que te otorga cruzarte con una comitiva de novios recién casados, saliendo de Pekín nos encontramos 5 bodas. No pasó nada, pero el susto fue evidente. Bajamos hasta el pueblecillo más cercano y buscamos donde comer, con bastante acierto, pues el lugar que elegimos además de barato y rico, era su primer día como restaurante y su dueña extremadamente agradable, nos invitó a echar una siesta en sus camas (cosa que obviamente aceptamos, después de tanto sufrimiento!).
El local aun a medio terminar:


Total que reanudamos el camino a las 5 de la tarde, nos quedaban muchos kilómetros hasta el Lago Bai he Bao, que supusimos “cerca” y abarcable el primer día, y solo un par de horas de luz. Por el camino encontramos tramos de la muralla, pero en bastante mal estado

Bajando otra cuesta a Henry se le rompió el pedal, y mientras yo se lo arreglaba, Nancy decidió que no eran condiciones de hacer un viaje, asi que llamaron a una furgoneta y Nancy Henry y Lucía se fueron hasta el lago en ella. Diego y yo preferimos seguir en bici, pues era el objetivo original y con estas nuevas condiciones nuestra velocidad iba a aumentar bastante. Así continuamos hasta que la luz no era muy adecuada para circular por la carretera, pero si para hacer fotos:
A mi esta me gusta bastante.












Buscamos un lugar donde acampar, y este fue un huerto de árboles recién aradito, bastante cómodo. Descansamos lo que nos pidió el cuerpo y nos volvimos a poner en marcha, conscientes de que nos quedaba bastante por delante, pero al empezar con una bajada el día, nos animamos e impusimos un buen ritmo(lo que me hizo perder la ocasión de alguna foto decente y de lo que sigo arrepintiéndome, pues llegamos al lago antes de lo que pensábamos).
Por el camino preguntamos varias veces y es curioso la mala orientación y medida de las distancias que pueden llegar a tener, nos dijeron todo tipo de distancias…ya no nos creíamos nada. Por el camino nos encontramos unos cuantos ciclistas más, todos gente muy agradable y la mayoría (por no decir la totalidad) chinos.
Finalmente llegamos al lago Bei He Bao, que no era ni mucho menos una preciosidad, pero bueno, no era el asfalto de Beijing:

Comimos con los adelantados y nos volvimos para Pekín, que vaya odisea. Primero cogimos un bus hasta una pequeña ciudad a unos 70 kilómetros de Pekín, autobús lleno, casi, pero allí fuimos con bicis y todo:

Una vez bajamos de ese bus, otro show para llegar a Pekín, después de que nos intentasen timar por llevarnos, conseguimos una furgoneta enana! En la que nos metimos los 4 con las 4 bicicletas, íbamos como sardinillas en lata.
Un fin de semana increíble, en el que volvimos a ver las estrellas después de bastante tiempo. En el que vimos que, además de obras para la galería, China tiene carreteras sin casi circulación que se mantienen en muy buen estado, bien pintadas y con el firme perfecto. En el que, como dijo Diego, se rompió un mito sobre las bicicletas (el peso en la bicicleta no importa, que total va sobre ruedas). En el que me acordé del diseñador de sillines. Y en el que he bajado un kilito! Volvemos a la senda de los ochentaytantos en vez de los noventaitantos.
Y hoy lunes, por la mañana, Javi me ha invitado a ir a jugar al golf, ya que aquí no hay que ser socio, solo pagas las bolas, y él se ha comprado 14 palos por un precio irrisorio(no se cuanto cuestan en España, pero me huelo que bastante más que 140€ los 14). Así que allí me fui a hacer el ridículo…qué malo soy!
Bicos.

23 de abril, Chengde

Quien nos iba a decir el gran fin de semana que nos deparaba el destino que todos los becarios se negaron a aceptar cuando Maite se lo propuso: Chengde (leído Changté).
La cosa empezaba el sábado a las 5 de la mañana, totalmente de día y con mucha más vidilla de la que esperábamos encontrar, ya que aquí los movimientos en fin de semana son muy frecuentes, la gente vuelve a sus pueblos a pasar 2 días con la familia después de ganarse el jornal duramente entresemana.
Estación de tren de Pekín, 6 AM:

Del tren no tengo fotos, pero fue curioso, compramos billetes para ir en litera dura (muuuy dura) y arrancamos hacia nuestro destino en un tren que parecía ir a pedales (5 horas para recorrer 250 kms.) Pese a que todos llevábamos algo que leer, duramos despiertos la primera media hora con coñas sobre los habitantes de nuestro vagón y sus curiosos desayunos.
Nos despertamos en un paraje más curioso aun, más que un tren parecía una máquina del tiempo… Los huertos eran arados mediante fuerza humana!! Nada de azada, tiraban ellos mismos del arado, y no eran pequeños los campos…
Total, llegamos al hotel, dejamos las cosas y pedimos una cama supletoria, dijeron que la pondrían sin problema y nos fuimos a ver la ciudad (450.000 habitantes) y a meternos en la vida china. Fue una inmersión de las buenas. Aquí la gente no debe de haber visto a mucho occidental, ya que paseando por el parque imperial (6 millones de metros cuadrados) no paraban de saludarnos y pedirnos fotos, Vicente accediendo:



El parque estaba bien, con sus laguitos y demás, pero verde, lo que se dice verde, no era…
Maite posando:

Estaba lleno de gente pasando el precioso sábado que nos tocó, y había músicos animando el ambiente:

Vicente y Maite son del Icex, y tienen un nivel de chino más que aceptable, asi que además de sacarnos de los marrones en los que nos metimos, pudieron charlar con los lugareños, que son muy majos y nos prestaban ayuda sin dudarlo y con la mejor de sus sonrisas:

Era tan grande el recinto que sin querer nos salimos de él, pero sin querer y cuando quisimos volver a entrar, no nos dejaban, 1º nos dijeron que por otra puerta, y mientras íbamos hacia allí, nos encontramos con una de las cosas que nos íbamos a entretener durante el día, una tienda de cometas:

Escogimos una e intentamos entrar…no nos querían dejar…así que yo decidí hacer la chinada (más cabezones que yo no iban a ser), me fui al control por el que salimos y como si no me diese cuenta, pasé, obviamente me frenaron y empezaron a chillarme en chino, y yo a contestarles tranquilamente en castellano. Se negaban a dejarnos pasar, pero claro, como les estábamos armando el pollo y una cola considerable, acabaron por dejarnos pasar. Viva la perseverancia (unos 20 minutos estuvimos “negociando”).
Dentro del parque había criaturillas, ciervos (sabéis como son, no adjunto foto) y chinos, muy chinescos:
Un chaval con lunchacos Una presumidilla joven






Y nos pusimos a jugar con la cometa, bueno, Maite hizo sus pinitos, JaviBi nos dio una lección y yo me limité a recoger cuerda cuando nos cansamos… a esto también vinieron a darnos clases, muy majo el hombre…

Aunque no lo creais, ahí, como a 500 metros, hay una cometa, JaviBi es un crack de la cometa.
Después visitamos la pagoda (les encantan, hay miiiles y miles por el país adelante)

Comimos, y nos fuimos paseando hasta los templos budistas, por el camino nos encontramos un Taxi inglés, y también nos dio tiempo a ver todo el mal que le han hecho a esa ciudad, que aparte de los templos y el parque es suciedad, detrozos y caos:



Un grupo de hombres jugando junto a un negocio de reparación de neumáticos y delante de una casa derruida…

Cuando llegamos a los templos resulta que estaban cerrados, asi que tocaría volver el domingo, de todas formas, probamos en todos, asi que fuimos de uno a otro andando.
Pero aun nos dio tiempo a echar una pachanguilla al baloncesto con unos chavalitos, que por cierto, mucho no se movían.

Por una calle estaban todos los edificios llenos de ese simbolito:

Que resulta que significa que van a derribar ese edificio…otra cosa que nos dio para unas cuantas coñas.
Una muestra de la higiene que se disfrutaba en las “carnicerías”, que ni las “carniceras” querían salir en la foto:

Total que llegamos al último templo que queríamos visitar y también estaba cerrado, asi que nos fuimos al hotel, pero esta vez en taxi, que por 60 céntimos ahorrábamos bastante tiempo.
Entonces fue cuando llegó el mayor encontronazo del fin de semana…La “cama” auxiliar…era extra dura, peor que el tren, con sábanas por encima, asi que llamamos para que nos la cambiasen y entre unas cosas y otras (“esto no es una cama señora, es una mesa”, “pero como que no tienen camas, esto es un hotel o un restaurante?”…) casi 2 horas para que nos pusiesen la auxiliar en condiciones.
Después de esa pérdida de tiempo no programada, nos fuimos a cenar, por el camino nos encontramos un baile multitudinario

Y claro, ya no eran horas de cenar para los chinos, asi que estaba todo cerrado y tuvimos que tirar de mi muy odiado, pero a veces recurrido, Kentucky Fried Chicken (Macdonalds pa los amigos), en el que volvimos a tener nuestros más y nuestros menos, porque son bastante cuadriculados estos chinos… y no los tuvimos mayores porque no me defiendo en chino, que sino…vamos, festa rachada!
Volvimos al hotel y el Barça en directo por la tele, duramos como 20 minutillos despiertos.



El domingo, después de una lucha por un desayuno “normal” que no conseguimos, nos fuimos de templos. El primero una representación del templo de Lhasa:

Con sus sistemas de seguridad antiincendios:
muy actualizados…
Unos paisanos haciendo el “guiri”





Después fuimos al templo Xumi Fuxou

En el que había partes mejor conservadas que otras, y en el que seguíamos levantando pasiones.

También estuvimos practicando otro deporte muy chino, la pluma:





Por último fuimos al templo de Puning

Esta es para que os creais que sigo en China, estos señores eran unos músicos, que solo tocaron cuando una chica se puso a rezar en esos cojines que se ven.

En este templo la gente puede pedir sus deseos y asegurarlos con un candado, creo que lo han hecho unos cuantos…

Después tocó la vuelta a casa en el bus más extraño que he ido nunca!
Un autobús en el cual se negoció in situ si íbamos por la autopista(ganamos los españoles), que como una señora se negaba a pagar más por llevar a su niño en un asiento, la bajaron. Un autobús que pese a ser directo Chengde-Pekin, no se cansó de ir dejando gente en medio de la autopista, pero que no paró para que una niña de 3 años hiciese pis, asi que lo hizo en una bolsa en el pasillo (aquí lo de los pañales…). Al bus no paró de pitarle el limitador de velocidad y cuando llegó a Pekín, como había un atasco terrible, decidió inventarse un nuevo carril.
En definitiva, un finde genial.
Besos a todos.

9 de Abril, Hong Kong

Otra vez el viaje empezaba con curiosidades
Viernes, 8.30 AM, un avión repletito de chinos viaja de Beijing a Censen, y las azafatas empiezan a hacer estiramientos que todo el avión repite…curioso al menos.


Llegamos a Shenzhen (ciudad fronteriza con Hong Kong, a la que van todos los listillos españoles para pagar 200€ en vez de volar directamente a la isla y pagar 600€, y a la que la Lonely Planet pone a caer de un burro, pero bien) a las 11.30, cogemos un bus directo a la Isla de Hong Kong. Paramos en la frontera para sellar la salida de China y la entrada de Hong Kong, cogemos otro bus que ya conduce por la izquierda, empieza a oler a Inglaterra…

Cerca de las 2 de la tarde llegamos a mi hotel…qué buenas fotos colgaron en Internet de la habitación, la esperaba bastante más grande, aunque por lo menos tenía terracita para disfrutar de las nubes y el asfixiante calor (27º ,97% de humedad).
Javi en la terraza:


Yo me fui a hacer mi trabajo, de lo que no os pondré fotos, paseando por la ciudad. Me encontré con un mercado callejero, estaba acostumbrado a los pekineses, pero es que este estaba entre rascacielos:

Y se me fue echando la noche encima y me fui encontrando rascacielos algo más famosos, como el
Internacional Finance Centre,
que sale en Batman: o el Bank of China:


Cuando acabé con mis labores fui a buscar a Javi y fuimos a ver el mar, que ya echaba de menos su sonido y su olor.
De la bahía HongKonesa hay miles de fotos, asi que por Internet seguro que las encontrais mejores que las que hice yo sin trípode, de todas formas me llamó la atención la cantidad de publicidad que hace San Miguel:
que aquí vende como empresa de Filipinas.

Después salimos un poco y para el hotel.
En la habitación del Hotel tenía un extraño juego que no llegué a entender:


El sábado más de pasear entre rascacielos y más curiosidades. Está bien tener tanto verde entre tanto cemento:







Ver lo chino y lo inglés mezclado:


La cola para esperar el bus, muy inglés, por que los chinos eso de esperar correctamente el bus, no lo entienden:

















Hong Kong se compone, básicamente de la península de Kowloon, y las islas de Hong Kong y Lantau. En Hong Kong es donde nos alojamos y es un poco como Vigo, pero a lo bestia, por lo que han puesto un “Escalator” o escalera mecánica que sube unos 800 metros en vertical, que sube todo el día menos de 8 a 10 de la mañana, que baja:


Qué cantidad de gente pasará por ahí que tienen estas señales en el suelo, que yo solo había visto para coches:
al llegar arriba estás a la altura del IFC:


Después de eso fuimos a casa de Henry, un amigo de Javi,
y subimos a su azotea:






Por la noche tocó ver el partido del milenio, de las estrellas, de las galaxias, del corte de respiración mundial, del…del 0-2, vamos, menos mal que lo vimos en el bar “Cataluña”.

El Domingo visita (inútil) a la Isla de Lantau, para (no) ver el Buda. Es una montaña bastante alta, hay que subir en teleférico, y cogimos uno con el suelo de cristal, no recomendado para gente con vértigo. Justo después de haber comprado los bileltes, la maja de la vendedora nos dijo, “hace un poco de mal tiempo, la cabina se moverá ligeramente”, cabrona! Ni un poco de mal tiempo ni ligeramente, y ya tenía nuestro dinero…


Una vez arriba, destino muy turístico, y tuvimos que hacer la chinada:

















Ya que de lo que íbamos a ver, se veía esto:
en vez de :























Al anochecer fuimos a ver el espectáculo de luces de la bahía. Desde la orilla de Kowloon, con música, van presentando los edificios de la isla de Hong Kong, por youtube adelante hay miles de videos, no os puedo poner ningún enlace, que está censurado, asi que un par de fotos…




Donde estábamos se denomina paseo de las estrellas, y se puede ver un ídolo de masas:


El lunes subimos a la montaña para ver las vistas de la Bahía, pero otra vez…


Asi que a ver si en mi visita de Mayo tengo más suerte con el tiempo, aunque ya se que calorcito voy a tener un rato largo

27 de marzo, Shanghai

Érase una vez Shanghai (“Encima del mar” según su traducción del putonghua, o “maldito pueblo de pescadores venido a más” según cualquier Beijinés al que se le mente que esta ciudad pegada al mar amarillo mola cantidubi).
Es un oasis en medio de China, bueno mejor dicho, al Este. No tiene nada que ver con Pekín, las calles mucho más estrechas, a varias alturas, sin carril bici (omnipresente y de tamaño considerable aquí al norte). Es una ciudad muy vertical, si vives en un 25º, eres un don nadie… Hay muchos más occidentales, las facciones de los chinos son más agradables al ojo occidental y es ligeramente (por no decir notablemente) más caro (no quiero saber lo mal que lo pasaré en Japón).
No tiene demasiadas cosas que ver, por lo que nos dejamos llevar un poco por el ambiente festivo de nuestros anfitriones y pospusimos el turismo para la tarde. Así pues el viernes según dejamos las maletas en el piso designado, nos fuimos de fiesta (llegamos a Shanghai a las 12 de la noche), a un sitio que se llama Mint, bastante curioso, pues tienen una peceras con tiburones dentro…ni un solo chino en ese garito que no estuviese trabajando.
Al día siguiente visitamos el parque de Yuyuán, que está rodeado por una zona hecha exclusivamente para turistas, los edificios son muy nuevos, con estilo chino antiguo, pero los bajos son tiendas:

Una vez dentro del parque Yuyuan, un poco más de lo que suele haber en estos parques, lo curioso es que en lugar de ser un parque tamaño Pekín, era un parque pequeñito, metido en medio de todo el bullicio y en el que no se oía un ruido!
Lucía y Arantza(becaria Igape)


Todos los puentes estaban igual que este, en zigzag:

Otra cosa que me llamó la atención fue el grado de trabajo que tienen ciertos detalles en los tejados:

Tampoco podía faltar un estanque, y por cierto bien lleno de carpas, que me recordaban al Barral 25:

Como podréis ver en la siguiente, los cierres superiores de los muros son bastante más elaborados que poner cristales rotos…además de algo más civilizado.

Al salir del parque nos introdujimos en una zona muuuuy muy china, repleta de puestos de comida para todos los gustos:





Gente paseando en pijama (cosa que quieren prohibir durante la Expo):

DE ahí fuimos hasta el rio, queríamos caminar por el paseo para poder ver bien la zona de los rascacielos, pero están arreglándolo todo, asi que estaba cerrado, esta es la mejor vista panorámica que pude conseguir, Silvia, Javi y David. Esa zona del paseo se llama el Bund, que es por ejemplo donde se fundó el HSBC, uno de los bancos más grandes del mundo.
Esta es la calle comercial más larga del mundo, por la que paseamos para coger el metro para llegar a los rascacielos, que vosotros diréis, pero si estaban al lado…no, neniños no, estos rascacielos miden cerca de medio kilómetro, y lo que parece que está al lado, es un paseo bastante majo…

Aquí tenéis a las chicas de la expedición con “la Perla”, un edificio que parece ser que los shanghaineses odiaban bastante y que ahora es lo más representativo de la ciudad, junto con el “abrebotellas”:

“Abrebotellas” más Jiamao tower más luna:

Subimos al piso 87 de la torre Jiaomao, para poder fotografiar el “abrechapas” pero curiosamente coincidió con “la hora de descanso al planeta” asi que apagaron las luces y no hay ninguna foto decente, aunque si hice alguna de las vistas:


Al día siguiente también fuimos de turisteo por la tarde, pero no tengo fotos, ya que la cámara se la llevó lucí a su casa y se olvidaron de bajarla…
Ya dejo de dar la chapa.
Besos y abrazos

21 de Marzo

El viernes fuimos con las chinas de la oficina a un Karaoke(visita obligatoria si te quieres sumergir en lo chinuás). No tiene nada que ver con el típico Karaoke coruñés, el edificio es enorme, y son salas privadas, y sueles estar varias horas en ellas. Se cena allí mismo.
Nosotros estuvimos 4 horas y cada uno pagó alrededor de 8 €
Este es el panel de selección de las canciones 

Aquí podéis ver a Irene y a Vicente cantando en chino
Si, es en chino, yo solo conozco (por ahora) un carácter de los que salen aquí abajo, así que cada vez que me pasaban el micrófono con una canción china, entonaba el bien conocido “La ramona es pechugona tié dos cantaros por pechos…”

El sábado amaneció con una tormenta de arena bastante curiosa, así que a las 8 de la mañana, la ciudad lucía de esta manera(la foto no está amañanda!) y aconsejaban no salir de casa:

Por la noche tuvo lugar la fiesta de disfraces, nosotros íbamos de los Village People:
Aunque también hubo azafatas, pilotos, Hermione, de Harry Potter, árbitros…
Mis apañeros, muy majos ellos me regalaron un cinturón de “Armani”, una corbata, vino chileno, vino Australiano, una camiseta que pone “todas mis ex se han casado” por la que creyeron que quizá me lo tomaría mal…pero además y sobretodo:

La camiseta del equipo de aquí, los Beijing Devils


Y una señora bicicleta, que estaba pensando en comprarme, y mira, eso que me ahorro (también han mirado como llevarla a España cuando haya que volver):

Besos y abrazos